Los síntomas del dolor de espalda pueden variar según la causa y la gravedad de la lesión. Los problemas comunes incluyen dificultad para doblarse, girarse, levantar objetos e incluso sentarse o acostarse. La incomodidad puede variar desde un dolor sordo hasta un dolor intenso y agudo, que también puede causar hormigueo o entumecimiento en otras áreas del cuerpo, como los brazos, las piernas o el cuello.
Las regiones cervicales y lumbares de la columna vertebral (parte superior e inferior de la espalda) están formadas por vértebras separadas por discos que actúan como amortiguadores. Estos discos permiten que la columna vertebral se doble y gire mientras absorbe los impactos. Sin embargo, cuando un disco se desalineado, puede causar un malestar severo al ejercer presión sobre los nervios espinales circundantes.
Nuestro equipo utiliza una variedad de métodos probados para tratar el dolor de espalda, incluyendo ajustes quiroprácticos, terapia de hielo y calor, ejercicios de estiramiento, ultrasonido, estimulación eléctrica, terapia de ondas de choque y terapia física para desarrollar fuerza. Cada paciente recibe un plan de tratamiento personalizado adaptado a sus necesidades específicas, con flexibilidad para adaptarse según su progreso y respuesta al tratamiento.
Después de una breve consulta para discutir su dolor de espalda, lesión e historial de accidentes relevante, realizaremos un examen neurológico y físico exhaustivo para evaluar la magnitud del daño. Se pueden realizar imágenes de rayos X y MRI para ayudar en el diagnóstico preciso. Luego proporcionaremos un informe de hallazgos, explicando su lesión y describiendo tanto los planes de tratamiento en la oficina como en casa.